jueves, 4 de octubre de 2018

Fábula: La cigarra y la hormiga


              LA CIGARRA Y LA HORMIGA                     


Una cigarra cantaba y disfrutaba durante el verano. Día tras día se despertaba tarde y sólo se dedicaba a cantar, hasta que un día algo le llamó la atención.
Un grupo de hormigas pasaban por debajo de su rama cargando pesadas porciones de comida sobre su espalda, entonces la cigarra bajó de su rama y le preguntó a una.
-Amiga hormiga ¿por qué trabajas tanto?-
-El invierno se acerca, debemos guardas provisiones para poder pasar la helada- respondió la hormiga.
A lo que la cigarra luego dijo:
-¡Bah! Trabajar tanto es para bobos, haz como yo, canta y disfruta del verano.
La pequeña hormiga sin decir nada más siguió su camino. En los siguientes días, la cigarra seguía cantando y muchas veces componía canciones que se burlaban de su amiguita la hormiga.
Pero un día, la cigarra despertó y ya no era verano, el invierno había llegado.
La helada era la peor de todas en muchos años, trató de abrigarse con hojas de su rama, pero no pudo. Hambrienta buscó comida, pero no encontró nada.
Entonces recordó que su amiguita hormiga había estado guardando provisiones durante el verano y se dirigió a su hormiguero, tocó la puerta y la hormiguita salió. Entonces dijo:
-¡Hormiga, ayúdame; tengo hambre y tengo frío, dame refugio y comida!
-¿Pero qué estuviste haciendo todo el verano cigarra?- preguntó la hormiga.
-Cantar y bailar- contestó la cigarra.
-¡Pues si eso hiciste en el verano, ahora baila en el invierno!- Dijo la hormiga y cerró la puerta. 
Mientras, la cigarra arrepentida se alejaba reflexionando sobre la lección que había aprendido.
Moralejala vida consiste en trabajar y descansar. No puedes descansar demasiado porque más tarde puedes encontrar consecuencias negativas.

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